Andrés Ríos Molina
Cómo prevenir la locura
Psiquiatría e higiene mental en México, 1934-1950
Primera edición, México,
Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, Siglo XXI, 2016, 232 páginas, fotografías, cuadros e ilustraciones
ISBN UNAM 978-607-02-7701-6
ISBN Siglo XXI 978-607-03-0725-6
ISBN UNAM 978-607-02-7701-6
ISBN Siglo XXI 978-607-03-0725-6
Serie Siglo XXI
Salud y Sociedad
La primera generación de psiquiatras mexicanos tenía una prioridad: realizar investigaciones y crear instituciones para "prevenir" las enfermedades mentales, proyecto que se conoció como higiene mental. Para Samuel Ramírez Moreno, Leopoldo Salazar Viniegra, Manuel Guevara Oropeza, Mathilde Rodríguez Cabo, Alfonso Millán Maldonado, Edmundo Buentello y Raúl González Enríquez impulsar la prevención en el terreno psiquiátrico significó un acercamiento a las ciencias sociales y al psicoanálisis, lo cual implicó un consecuente distanciamiento de la teoría degeneracionista. Teniendo presente la relevancia de factores sociales, culturales y psicológicos en la aparición de enfermedades mentales, estos psiquiatras realizaron investigaciones sobre la toxicomanía, la infancia "anormal", la criminalidad y la vida en las prisiones, entre otros. De manera particular, el psicoanálisis se convirtió en una herramienta clave para comprender el comportamiento de los delincuentes. Sin embargo, la higiene mental no se limitó a la investigación; los psiquiatras en cuestión se vincularon a diferentes instancias del Estado como el Departamento de Previsión Social, el Tribunal de Menores Infractores, el Consejo Psiquiátrico de Toxicomanías e Higiene Mental y la Secretaría de Educación Pública. Desde esta última se creó el proyecto más consolidado para la detección y corrección de los niños "problema": las clínicas de la conducta. Así, la higiene mental, además de diseñar políticas e instituciones para prevenir la locura, fue una herramienta de control social para definir qué debía ser considerado como "normal" y "anormal" en el comportamiento de los mexicanos.
The first generation of Mexican psychiatrists’ priority was to conduct researches and create institutions in order to “prevent” mental illnesses, a project that was known as “mental hygiene”—higiene mental. For Samuel Ramírez Moreno, Leopoldo Salazar Viniegra, Manuel Guevara Oropeza, Mathilde Rodríguez Cabo, Alfonso Millán Maldonado, Edmundo Buentello, and Raúl González Enríquez promoting prevention in the psychiatric area signified approaching the social sciences and the psychoanalysis, which consequently implied restraining from the Degenerationist theory. Bearing in mind the relevance of social, cultural, and psychological factors in the appearance of mental illnesses, these psychiatrists undertook researches on toxicology, the “abnormal” infancy, criminality, and the life in prisons, among other factors. Particularly, psychoanalysis became a key tool to understand criminal behaviour. However, mental hygiene was not limited to researching, since the mentioned psychiatrists were related to several governmental institutions such as the Departamento de Previsión Social, the Tribunal de Menores Infractores, the Consejo Psiquiátrico de Toxicomanías e Higiene Mental and the Secretaría de Educación Pública. This last institution set up the most consolidated project to detect and correct the “problem” children: the conductist clinics. Thus, mental hygiene, apart from being a resource to design policies and institutions in order to prevent madness, was a social-control tool to define what was to be considered “normal” and what was to be considered abnormal in the Mexicans’ behaviour.
INTRODUCCIÓNLa higiene mental y el surgimiento de la psiquiatría mexicana: dos procesos simultáneosUn movimiento social que se institucionalizóDetección y corrección de los niños “problema”Una mirada sociocultural de la psiquiatríaEntender para controlar: psicoanálisis para criminalesEl fin de la higiene mental y el inicio de la salud mental
FUENTESBIBLIOGRAFÍA