
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
Instituto de Investigaciones Históricas
Ciclo de cine
La metrópoli viciosa:
bajos fondos y crimen en la pantalla grande
Coordinación:
Odette Rojas Sosa y Elisa Speckman Guerra
Jueves, del 18 de enero al 15 de febrero de 2018
de 17 a 20 horas
18 de enero
Salón México
Director: Emilio “El Indio” Fernández (1949)
Comentarista: Odette Rojas Sosa
25 de enero
El hombre sin rostro
Director:Juan Bustillo Oro (1950)
Comentarista: Martha Santillán Esqueda
1° de febrero
Sensualidad
Director: Alberto Gout (1951)
Comentarista: Gabriela Pulido Llano
8 de febrero
Radio Patrulla
Director: Ernesto Cortázar (1951)
Comentarista: Elisa Speckman Guerra
15 de febrero
México nunca duerme
Director: Alejandro Galindo (1959)
Comentarista Diego Pulido Esteva
Las películas irán precedidas por un comentario y al final se abrirá un debate.
Se otorgará constancia con el 80 por ciento de asistencia.
Informes:
56-22-75-16 y 56-22-75-27 ext. 375
difiih@unam.mx
Instituto de Investigaciones Históricas
Circuito Mtro. Mario de la Cueva, Zona cultural
Ciudad Universitaria, Coyoacán, Ciudad de México
Presentación
A lo largo de los años treinta, cuarenta y cincuenta del siglo XX, las autoridades capitalinas mostraron una creciente preocupación por la existencia —y el constante incremento— de cabarets y salones de baile, a los que denominaron “centros de vicio”. Dichas autoridades, avalados por juristas y médicos, consideraron que en ellos se fomentaban el alcoholismo y la prostitución, eran el centro de operaciones del hampa y propiciaban la criminalidad (vista como resultado directo del consumo de embriagantes).
Los medios no estuvieron ajenos a esta concepción, (pre) juicio, imaginario e imagen. Las compartieron y difundieron a públicos amplios periodistas, literatos y guionistas.
En el cine, los cabarets dieron cabida a cabareteras ambiciosas o buenas y sufrientes, padrotes perversos y explotadores, policías corruptos u honestos, clientes desesperados o deseosos de sumarse al vicio y la degradación. Funcionando al amparo de la noche, alojaron amores, amoríos, deslices, transgresiones, crímenes y amoralidades. También fueron blanco de fantasías y temores de los espectadores y, en general, de los habitantes de una Ciudad de México que, en estas décadas, estaba en pleno crecimiento.
Así, guionistas, directores y protagonistas recogían valores, ideas, representaciones o imágenes existentes y, al hacerlo, los difundían y reforzaban. El castigo de los malvados, el mejor destino de los inocentes y la recompensa de los buenos, permitía además reforzar códigos éticos y conductuales.
Tratándose de temas taquilleros, las películas se multiplicaron y surgió un género: el melodrama de cabaret.
En este ciclo se proyectarán cinco películas representativas del “género cabaretil”, realizadas por diferentes directores a lo largo de dos décadas y que reflejan visiones y estéticas diversas:
Las filmaciones son una fuente sumamente rica. Permiten acceder a sitios, ambientes y sociabilidades que, de otra forma, se hubieran borrado de la memoria, pues los cabarets de la época han sido clausurados. Además de permitir conocer ideas en torno al crimen y la prostitución, visiones y representaciones de la ciudad, códigos de conducta y de valores, temores y prejuicios.